Mi debut ante el micrófono |
Siempre, gracias a mi hermano, me enteré de una convocatoria para locutores aparecida en "El Comercio", en Enero de 1953. Requisitos eran: ser mayor de edad, cultura general y nociones de idiomas extranjeros. Todavía no contaba con Libreta Electoral; mi estatura de 1.74, me hacía "grande"; mi grave voz otro tanto y mis deseos enormes de ser locutor profesional, complementaban estas mis aspiraciones. La cita, en los bajos de la Cabaña del Paseo de la República.
Nos presentamos 60 postulantes. Recuerdo a Sánchez Pauli y a Manrique, que luego se dedicarían al radioteatro. Estábamos en la mismísima "Radio Victoria", la de los grandes programas y estrellas internacionales. Encargado de la convocatoria, el actor y locutor Juán Felipe Montoya. Uno a uno desfilamos hasta quedar sólo seis. La prueba de fuego, en directo, en la cabina de locución para dar lectura a diversos avisos de promoción y comerciales. Gané y fui citado ante la Gerencia General.
José E. Cavero Andrade
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Necesité del baño y el portero Lucio, que luego se haría mi amigo, me señaló el lugar. Allí acudí y a lo lejos, otra melodía me invitó a silbar. Tan ensimismado me hallaba que, cual intruso que viola tu privacidad, apareció el "hombre del mameluco blanco". Me amenazó con desalojarme de los estudios y, el "sobrado" de Serván, el ganador del Concurso, lo ignoró y continuó como si nada pasaba. Indignado, me dirigí al auditorio, me senté en una de sus butacas y seguí con mi espera a Montoya. Sin silbar.
Buscaba palabras para saludar al Gerente. Ojalá me acepte y le caiga bién. Mi madre me aconsejó sonreír y no mostrar nerviosismo. ¡Qué tal espera!. Hasta que Montoya llegó. Apuradito, me condujo hasta la Gerencia. Entreabrió la puerta, saludó al señor Cavero, propietario de "Radio Victoria" y me invitó a pasar. Pero... ¡Dios mío! Estaba frente al "hombre del mameluco blanco" que, al verme, exclamó: ¡Maldita sea, el Silbador! Amigos, dejo a su imaginación lo que luego pasó, pero fue la cuna inolvidable de mi vida de locutor. Gracias.
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