Me corresponde evocar ahora, a Alfonso Juárez, un baterista que ubiqué a través del teléfono del Sindicato de Músicos del Perú. Por circunstancias que no recuerdo, recurrí a la guía telefónica y el que contestó resultó ser este personaje que debutó conmigo y se ganó toda mi confianza por su correcto modo de proceder. Vivía por esos tiempos de los años 70 en Pueblo Libre y tenía otra actividad laboral que le permitía mantener a su familia. Un músico correcto que, si mal no recuerdo, integró la Banda de la Marina del Perú.
Su equipo de trabajo era de color amarillo y dorado. No era espectacular y mucho menos lo pretendía. Nos caímos bien y no recuerdo problema alguno con él. Conocía todos los ritmos y cumplía a cabalidad las horas para las que había sido contratado. No ponía objeción al trabajo extra y jamás mostró un rostro áspero. Más bien, con su sonrisa y buena onda, nos animaba a enfrentar cada "chivo" con la alegría del caso. Alfonso Juárez, de quien no tengo noticias hace mucho tiempo, está en mis recuerdos como un gran compañero.
Trataré de reseñar cómo iniciábamos normalmente un baile. Si se trataba de un cumpleaños y el ambiente se mostraba jaranero, arrancábamos con el vals "Rosa Elvira" e ibamos agregando temas según los danzantes se mostraban en el escenario. La hora de inicio era casi siempre las 11 de la noche. En otras ocasiones y como calentando motores, una selección de famosas canciones en ritmo de bolero o cha cha chá: "Siboney", "Me lo dijo Adela", Vereda Tropical" y los grandes temas del recuerdo que siempre gustaban.
Me agradaba la manera como me acompañaba en aquel tema impuesto por Roberto Carlos "Un gato en la oscuridad". El bossa nova era su fuerte. Transcurrida la primera hora y siendo las 12, un golpe de bombo y platillos, nos permitía tocar el "Feliz Cumpleaños". Todos coreaban el famoso "Happy Berthey" y era el gran momento de la fiesta, Entonces la pareja danzaba con la melodía del "Vals de Aniversario", aquel "Ondas del Danubio" entre aplausos y vivas de los concurrentes. El "Tono", se convertía en alegre baile.
Llegaba el pasodoble, generalmente "La Morena de mi Copla" con todo su salero español. Mi clientela y lo digo con mucha satisfacción, fue gente que adoraba la tradición. Los "salud" iban y venían. Cómo danzaban al compás de "La pollera Colorá" o aquel tema de Walter Fuentes "Llegó la Banda" y que este músico peruano ha tenido que confrontar una querella al famoso Willy Colón que se adjudica su autoría. Aquel tema fue todo un suceso en grabaciones y no hubo músico que dejara de interpretarlo. ¡Fuerza Walter!
Evocar a ALFONSO JUÁREZ, nos ha vuelto al pasado de grandes fiestas. Un bautizo, el santo de la casa, un matrimonio, la "dada de aros" de los enamorados, un cumpleaños, las bodas de plata, oro y todo lo que daba motivo para celebrar una reunión, hoy han desaparecido. Gracias Alfonso por haberle dado vida con tu ritmo a lo que podíamos extraer musicalmente con nuestro Acordeón. Nos despedimos evocando un fin de fiesta con marinera y huayno o el famoso "Jarabe Tapatío". ¡Ya llegan los Carnavales! Gracias.
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