¡Qué fiestas! |
Hoy que se va el 2012, permítanme añorar tiempos idos. Tuvimos la inmensa suerte de trabajar en lo que nos agradaba. Nuestro mundo era la locución, el radioteatro, la radio y la televisión. En 1970 se nos dio la oportunidad de amenizar bailes con nuestro Transicord, un acordeón electrónico que se amplificaba extraordinariamente con su "Farfisa" y adquiría matices de órgano computarizado. Una maravilla de instrumento y al que le sacamos todo el provecho posible. Nos deleitábamos tocando los temas bailables de moda y así armamos por primera vez "Los Galenos".
Con Manuel Revilla, su batería y ritmo, y con Roberto Uceda, gran guitarrista acompañante y cantor, amenizamos cualquier cantidad de matrimonios, cumpleaños, bautizos, bodas de plata, de oro y hasta "corte de pelo", una costumbre provinciana que consistía en detener el baile, para que los padrinos y la familia e invitados, cortaran el fino cabello de un niño por primera vez. Cada mechón tenía un precio y era de caballeros el afrontar dicho compromiso. Por suerte los de la orquesta no teníamos obligación del corte de pelo. Sólo debíamos conocer temas para los padrinos, los tíos, etc.
Así empezamos y llegó más tarde la ocasión de amenizar bailes de Año Nuevo y que, dada la escasez de grupos al gusto del cliente, los "caseritos" pagaban nuestros antojos y que para esa fecha subían nuestros honorarios una barbaridad. Los integrantes del conjunto, según su intrumento musical, se elevaban hasta un triple por hora. Gracias a Dios en poco tiempo habíamos logrado una cartera de clientes exclusiva y no nos permitían irnos a amenizar otras fiestas. Muy bien pagados, trago fino y buen "combate", de los mejores cheffs de aquel entonces.
Como anécdota les cuento que un presidente de un club social que festejaba el Año Nuevo en un balneario de lo más exclusivo, nos contrató desde Setiembre para este evento. Nos citó a su lujosa oficina y allí tratamos el precio. Quería que reforzáramos el grupo con más elementos y una gran amplificación. Para arreglar el alquiler del equipo de sonido le sugerí llamara a Santiago Silva y le inquiriera cuánto era el costo para Año Nuevo. Por supuesto que la cifra era realmente grande. Y aceptó. Nos dio el 50 % para separar el equipo y cheque en mano nos retiramos.
Habíamos estado en el centro de Lima y nos dirigimos a Paruro, el centro de equipos para grupos musicales. Repito, era Setiembre. Indagamos por el precio del mejor amplificador y sus parlantes, probamos el sonido y era espectacular. ¿El precio? Algo más de lo que poseíamos como anticipo de la fiesta de Año Nuevo. Le hablé al administrador y le dije cuánto era "cash". Me preguntó ¿Tiene el dinero? Si, le respondí. Me hizo un 20% de descuento. Lo adquirí y por gracia de Dios, ya tenía equipo de sonido propio. Subieron mis honorarios desde ese Setiembre y a esperar el 31 de Diciembre.
No me lo había imaginado nunca. Sin malicia y honradamente seguí actuando por muchos años y amenizando las mejores fiestas de la sociedad limeña. Por supuesto que tembién nos dábamos el gran gusto de tocar en reuniones familiares y a todo precio. Nos adecuábamos con el fin de no dejar una sola semana de actuar. Agradezco a mis bateristas Raúl Sáenz, Oscar Cornejo Purilla "Papi", Alfonso Juárez, Fernando Bolarte "El Dolton", Daniel Estrada "Carita" y otros. Mi cantor Lucho Vivar y todos los "palo blancos" que se adecuaron al grupo. Tiempos que no volverán y recuerdo con mucha nostalgia. ¡Viva el Año Nuevo! Gracias.
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